Todos los días, a partir de las diez de la mañana, los dos populares cines para adultos que aún existen en nuestro país: Tropical (ubicado en Santa Ana) y Apolo (en San Miguel, Calidonia), abren sus puertas para proyectar películas pornográficas y deleitar a quienes les agrada ver este tipo de contenido en pantalla grande, un público que al salir de la sala es juzgado por los transeúntes: son mal vistos, reciben insultos y son catalogados de enfermos.
Por los malos ratos también pasan quienes trabajan en los cines. Agustín López, es el encargado del cine Tropical, y confirmó que cada vez que sale del local se topa con todo tipo de ofensas que provienen de jóvenes y adultos. Las palabras van desde “enfermo”, “sinvergüenza”, hasta “homosexual”, entre otros comentarios.
“A mí no me da pena salir de aquí del cine a comprar comida y entrar nuevamente”, indicó López, pero es consciente de que tiene que aguantar los insultos diariamente.
A López le gustaría que la ciudadanía tuviera un poco más de conciencia y sea más madura con este tema, ya que no es algo prohibido como lo era en épocas anteriores, porque ya incluso hoy en día se pueden encontrar escenas sexuales en novelas, series y películas.
Agustín explicó que por ser el encargado del cine tiene que ver pornografía todos los días, pero eso no le produce “frío ni calor”, porque lo ve como un trabajo, y no como algo que le pueda perturbar la mente; “no soy un enfermo”, recalcó.
De acuerdo con el psicólogo Carlos Ayala, consumir contenido pornográfico a través de un celular o en un cine no vuelve a nadie enfermo ni trastornado, “no se tiene que hacer un tabú de consumo de la sexualidad mediante material audiovisual, libros eróticos o juguetes sexuales, todo en su medida adecuada es parte y es necesaria para tener una vida sexual satisfactoria, interesante, dinámica y novedosa”.
En cuanto a la administración del cine, no es simplemente proyectar una película, sino que tiene su “ciencia”, pues se debe hacer un guión de programación de acuerdo al tiempo de cada filme, revisar las películas antes de ser proyectadas (si tiene mucha “acción” se colocan los fines de semana), conseguir películas nuevas para los clientes (todo es con derecho de autor), además, se hacen rondas en la sala para que no se cometan actos indecorosos.
Pero, ¿por qué llama la atención este tipo de contenido en estos cines? Según el psicólogo Carlos Ariel De León Zamora, los seres humanos sentimos atracción por lo prohibido, buscamos aventuras para sentirnos vivos, despertar el placer y los sentidos, ya que la pornografía estimula nuestro cerebro liberando un neurotransmisor que se llama dopamina que busca las emociones fuertes, potencia la motivación y permite el grado de satisfacción, de hecho, se dice que está ligado a la personalidad.
Hasta el momento no hay estudios científicos que expliquen el porqué hay personas que prefieren ver contenido para adultos en un cine; según hipótesis del psicólogo De León, puede ser que las personas que visiten estos sitios no sepan manejar los dispositivos tecnológicos y les toque tomar la opción de ir a este tipo de cines.
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El encargado del cine Tropical, indicó que hay personas que ingresan al cine porque se quieren distraer, hacer tiempo mientras llega su hora de entrada al trabajo, porque tienen mucho tiempo libre (los adultos mayores), para evitar el tranque en horas pico (de 4 p.m. a 6 p.m.), algunos porque tienen amigos en el lugar, y otros simplemente entran para hacer ligues y conseguir pareja.
Desde la perspectiva de Gerardo Morales, administrador de las redes sociales del cine Apolo, y autorizado por la gerencia para suministrar información, a pesar de que la tecnología ha robustecido muchas necesidades, las personas visitan estos sitios, porque nada se compara con acudir al lugar, compartir con amigos y hacer nuevas amistades.
Cabe destacar que en ninguno de estos cines está permitido que los clientes tengan actividad sexual, por ser lugares de espectáculos públicos; y en caso de encontrar a alguien en este tipo de actos, los encargados se acercan a las personas, conversan de forma discreta y se les pide desalojar la sala.
¿QUIÉNES VISITAN ESTOS CINES?
Los hombres son los clientes más frecuentes, tanto en el Tropical como en el Apolo, entre ellos jóvenes, adultos mayores, extranjeros y gente profesional de distintas ramas (médicos, abogados, músicos...), algunos con inclinaciones sexuales. Son pocas las mujeres que acuden a este tipo de cines.
En el cine Apolo, los días que más se llena son relativos, pero la tendencia de mayor afluencia de clientes se observa los días lunes, viernes y sábados, después de las tres de la tarde, según Morales.
Mientras que en el Tropical, el día que más se llena es el sábado, donde puede haber un ingreso de 125 a 150 personas adultas en boletos generales durante el día, sin contar a las personas que ingresan con el beneficio de descuento de jubilado.
El precio de las entradas generales rondan entre los $2.00 y $2.14, y para los jubilados con el precio especial de $1.00 a $1.07. Una vez el cliente paga el boleto, tiene derecho a quedarse el tiempo que quiera.
El dinero que se genera en ambos cines ha caído con el paso de los años, hoy en día, los ingresos sólo les permiten hacer frente a los gastos de funcionamiento, como el pago de luz, alquiler del edificio y pagar el salario de los colaboradores.
VER PORNOGRAFÍA CON MESURA
Todo en exceso es malo, y la pornografía no escapa de ello, según el psicólogo Carlos Ayala, ya que esta puede convertirse en un factor estimulante muy parecido a una droga porque genera adicción, si no se consume con mesura.
El consumo frecuente de contenido pornográfico puede causar efectos negativos en el plano social, afectivo y principalmente sexual, causando problemas en la intimidad con la pareja que se tiene, pues provoca disfunción eréctil, debido a que se crea una expectativa al ver estos contenidos y a la hora de tener sexo convencional no le llega a satisfacer lo suficiente.
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De hecho, Ayala compartió que en este momento está llevando un caso de un joven no mayor de 25 años, quien está pasando por problemas en su relación de pareja por el consumo excesivo de pornografía. Alrededor de cada dos meses le llega un paciente en busca de ayuda profesional por consumo de contenido pornográfico o relacionado con ello.
El tratamiento principal es sensibilizar a la persona, para que el sexo convencional lo vuelva a estimular, y la recuperación va a depender mucho del tiempo que ha estado bajo el consumo de pornografía.
Para el psicólogo Carlos De León, el consumir contenido pornográfico debería evitarse.
DATOS
Cine Apolo
Tiene 84 años desde su apertura en 1939, y el edificio donde se encuentra ubicado se llama Sojourner; lleva ese nombre debido a que en el edificio se sentó una de las primeras logias masónicas de Panamá, compuesta en su mayoría por afrodescendientes.
El cine decidió proyectar el juego de la final del mundial de fútbol que se dio entre Argentina y Francia, a solicitud del público.
Se proyectan por día entre 4 a 5 películas pornográficas, dependiendo del tiempo de duración de las mismas.
Cine Tropical
Lleva más de 35 años siendo cine pornográfico. Inició siendo teatro y tenía una capacidad para 1,800 personas.
Al principio, el costo de la entrada en boleto general era de $1.50 y para jubilados $0.75.
El cine permanece abierto en horario de 10 a.m. a 7:30 p.m. todos los días e incluso días feriados, excepto el Viernes Santo.
El encargado Agustín López tiene pensado hacer mejoras al cine, e incluso, si se le presenta la oportunidad, cambiar de locación a un lugar más discreto.